Desde la Unión de Usuarios y Consumidores expresamos nuestro absoluto rechazo a la decisión del Gobierno nacional de reducir los aranceles de importación de productos electrónicos, una medida que pone en riesgo el trabajo, la producción y el tejido social de Tierra del Fuego.
Una provincia paralizada frente al ajuste
El miércoles 22 de mayo, Tierra del Fuego amaneció paralizada. A la huelga indefinida de las fábricas de tecnología se sumaron el transporte, la educación y otros sectores en una contundente protesta frente a los decretos 333/2025 y 334/2025 que reducen del 16% al 8% los aranceles a la importación de celulares y dispositivos electrónicos.
Lejos de representar un beneficio para los consumidores, esta medida ataca de lleno a la industria nacional, favoreciendo la importación de productos ensamblados en el exterior, sin generar empleo ni desarrollo productivo en nuestro país.
¿Quién gana y quién pierde?
El Gobierno argumenta que el régimen fueguino “beneficiaba a unos pocos” y que su eliminación permitirá bajar precios. Pero en los hechos, miles de familias trabajadoras pierden su fuente de ingreso, y se debilita un modelo de desarrollo que garantizó durante años empleo registrado y arraigo en la provincia más austral de la Argentina.
Más de 6.000 empleos están en riesgo directo, según informó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), sin contar el impacto en actividades vinculadas como logística, comercio, educación y salud.
Voces fueguinas que no quieren ser silenciadas
El intendente de Río Grande, Martín Perez, denunció que esta ofensiva busca “desmantelar deliberadamente el régimen de promoción industrial”.
En el mismo sentido la diputada Nacional Carolina Yutrovich, expresó: “Esto no es eficiencia económica, es una estrategia de despoblamiento. Lo que buscan es vaciar la isla para entregarla a un proyecto de militarización y colonialismo de potencias extranjeras”.
Las calles de Río Grande y Ushuaia dieron testimonio de una provincia que resiste. Las fábricas cerradas, las escuelas vacías y el transporte detenido son parte de una protesta masiva que exige respeto por el trabajo y la producción local.
Nuestra posición
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores sostenemos que la defensa del empleo y la industria nacional es también una defensa de los derechos de las y los consumidores. No hay consumo posible si no hay trabajo digno ni economías regionales vivas.
Advertimos que esta política no es neutral: el ajuste siempre tiene destinatarios. En este caso, son las familias trabajadoras de Tierra del Fuego y, por extensión, toda la cadena productiva que promueve la soberanía tecnológica.
Creemos que el desarrollo no se construye con importaciones que generan desempleo ni con discursos que enfrentan a trabajadores con consumidores. Defender el régimen fueguino es defender la Argentina que produce, que genera trabajos y que construye futuro.