Aunque el Gobierno y algunos indicadores macroeconómicos celebran una supuesta recuperación desde el segundo semestre de 2024 y el inicio de 2025, lo cierto es que casi el 50% de los argentinos no percibe mejoras reales en su vida cotidiana, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (junio de 2025).
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores analizamos, a partir del trabajo del economista Matías Stanley, las razones de fondo de esta desconexión entre los números oficiales y la realidad de la mayoría.
Stanley es Magíster en Administración, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)
1. Inflación subestimada por una canasta de consumo desactualizada
El IPC oficial del INDEC se basa aún en una canasta de consumo de 2004/2005, que otorga baja ponderación a rubros clave como vivienda, servicios públicos y transporte. Si se aplicaran las ponderaciones actualizadas de 2018, la inflación anual de 2024 habría sido del 134% y no del 118%, según la Universidad Di Tella. Esto explica por qué muchas familias sienten que su dinero rinde cada vez menos.
2. Tipo de cambio artificial que afecta la competitividad
El tipo de cambio oficial está sostenido mediante deuda externa y altas tasas de interés. Esta estrategia contuvo parcialmente la inflación, pero deteriora la competitividad de la industria nacional, afectando el empleo formal y la producción local.
3. Aumento de empleo precario e informalidad
Según datos del INDEC del primer trimestre de 2025:
- Desempleo: 7,9% (0,2 puntos más que en 2024).
- Subocupación: 10%.
- Informalidad laboral: 42% (1,2 puntos más).
Se pierden puestos de trabajo registrado de calidad, reemplazados por formas precarias como monotributo o empleo informal.
4. Salarios sin recuperación real
Durante el primer semestre de 2025, el Gobierno fue renuente a homologar paritarias por encima de la inflación, lo que limita la recuperación del poder adquisitivo. Esto afecta especialmente a trabajadores del sector público y de menores ingresos.
5. Consumo desigual
El consumo masivo cayó un 11% en 2024 comparado con 2023. Mientras repuntó la venta de autos importados, la demanda de bienes nacionales más accesibles siguió deprimida. La recuperación fue para pocos.
¿Qué medidas hacen falta para una recuperación real y equitativa?
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores compartimos las propuestas de Matías Stanley para mejorar ingresos, consumo y empleo:
- Reducir gradualmente la tasa de interés y abandonar la dependencia de deuda externa para sostener el dólar oficial. Un tipo de cambio más cercano a los $1400 mejoraría la competitividad de la industria, sin provocar una aceleración inflacionaria si se aplica de forma paulatina.
- Desdolarizar tarifas y combustibles, con criterios de costos reales, inversiones y márgenes razonables.
- Reestructurar la deuda externa a largo plazo, para evitar seguir ajustando sobre jubilaciones, educación y ciencia.
- Homologar paritarias por encima de la inflación, promoviendo una recuperación salarial sostenida.
- Otorgar sumas fijas a cuenta de futuros aumentos, tanto para jubilados como para empleados públicos.
- Reforzar la justicia fiscal y proteger el trabajo argentino, mediante:
- Aranceles e impuestos internos más altos para bienes importados de lujo.
- Incremento de aranceles a productos que se pueden fabricar en el país, dentro de los límites internacionales.
- Aumento de la alícuota de Bienes Personales sobre activos no productivos en el exterior.
- Gravar con tasas prudentes (inferiores al 5%) la renta proveniente de inversiones financieras especulativas.
- Retomar impuestos moderados a pasajes y consumos en el exterior.
La economía se recupera cuando mejora la vida de su gente.
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores reafirmamos la necesidad de políticas públicas centradas en el bienestar social, el empleo registrado y el acceso a derechos esenciales. Seguiremos informando y acompañando a quienes más lo necesitan.