Latinoamérica volvió a posicionarse como una de las regiones más afectadas por delitos digitales. Así lo revela el Informe Global de Inteligencia de Amenazas de Check Point Research (CPR), correspondiente a octubre de 2025, donde se detalla que los ciberataques en la región alcanzaron en promedio 2966 incidentes por semana por organización, un aumento interanual del 16 %.
En este contexto, Argentina se mantiene entre los países más golpeados, con 2335 ataques semanales, lo que representa un incremento del 26 % respecto del año anterior, una de las subas más altas de la región y muy por encima de la media global.
Una tendencia que preocupa en toda la región
Brasil, México y Colombia completan el podio de los países más afectados, superando los 3000 incidentes semanales por organización. Según CPR, la escalada se explica principalmente por dos fenómenos:
- El crecimiento del ransomware, una modalidad donde los atacantes bloquean sistemas o secuestran datos para pedir un rescate.
- La mayor exposición de datos sensibles debido al uso extendido de herramientas basadas en Inteligencia Artificial Generativa (GenAI), que amplifican riesgos cuando no se emplean con criterios de seguridad.
Qué significa esto para los consumidores
El aumento de estafas —phishing, clonación de identidad digital, robo de contraseñas y accesos no autorizados— afecta directamente a usuarios y usuarias en su vida cotidiana. Cuentas bancarias, billeteras virtuales, servicios digitales y redes sociales se han convertido en blancos frecuentes de ataques.
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores recordamos que la seguridad digital también forma parte del derecho a la protección e información adecuada. En un escenario donde los riesgos crecen, es fundamental que las personas cuenten con herramientas claras y actualizadas para prevenir fraudes.
Recomendaciones básicas para reducir riesgos
- Utilizar contraseñas seguras y diferentes en cada servicio.
- Activar la verificación en dos pasos.
- No abrir enlaces sospechosos enviados por correo, WhatsApp o redes sociales.
- Verificar siempre la autenticidad de sitios web y aplicaciones.
- Actualizar los dispositivos y sistemas operativos.
- Revisar periódicamente movimientos bancarios y notificaciones.
Un desafío para el Estado y las empresas
Mientras los delitos digitales se vuelven más sofisticados, crece la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la ciberseguridad, campañas de información masiva y mecanismos ágiles para denunciar y frenar estafas.
Argentina ya figura entre los países con mayor exposición, por lo que se vuelve imprescindible una acción coordinada entre organismos estatales, plataformas, bancos y empresas de servicios digitales.
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores continuaremos monitoreando este escenario y acompañando a quienes necesiten orientación o información para prevenir fraudes y ejercer sus derechos.