Ante la reciente liberalización del precio del gas envasado, desde la Unión de Usuarios y Consumidores realizamos un relevamiento en el distrito bonaerense de José C. Paz con el objetivo de conocer los precios que abonaban las familias antes de la medida oficial. También relevamos información sobre los usos cotidianos y la duración del suministro en los hogares.
El trabajo incluyó entrevistas directas a vecinos y vecinas de la zona, en base a las cuales se identificaron precios que oscilaban entre los $14.000 y los $22.000 por garrafa, dependiendo del lugar y el día de la compra.
Precios previos a la liberación
Durante el mes y medio anterior a la medida, el precio promedio abonado por una garrafa fue de $17.525. El menor valor registrado fue $14.000, y el más alto $22.000, lo que representa una diferencia del 57,14% entre ambos extremos.
Esta variación puede reflejar tanto la dispersión de precios existente en el mercado como una tendencia al aumento sostenido durante ese período. La falta de regulación previa ya generaba dificultades de acceso y diferencias significativas según el comercio y la franja horaria de compra: en algunos casos, los precios eran más altos por la noche.
Usos y duración
La totalidad de las personas encuestadas utilizan la garrafa para cocinar y calentar agua para el aseo, ya que la mayoría de los hogares relevados no cuentan con instalación de agua caliente. No se registraron casos de uso del gas envasado para calefacción.
En cuanto a la duración, la mayoría de los hogares indicó que una garrafa rinde entre 15 y 30 días, aunque este período varía según el tamaño del grupo familiar. Algunas pocas personas informaron una duración superior a los 30 días, mientras que otras mencionaron el uso de electrodomésticos como hornos o pavas eléctricas para estirar el uso del gas y reducir costos.
Preocupación por el acceso
La liberalización de precios en un contexto de alta dispersión, sin mecanismos claros de regulación ni garantías de abastecimiento a precios justos, pone en riesgo el acceso a un insumo básico para miles de hogares, especialmente en zonas vulnerables.
Desde la Unión de Usuarios y Consumidores continuamos monitoreando el impacto de estas medidas en el bolsillo de los sectores populares y reafirmamos la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso equitativo a servicios esenciales como el gas.